jueves, 6 de septiembre de 2012

Libros

[...] Y en ese momento, solo existís tú y la historia que se narra en las grandes hojas del libro. Nadie más. Te dejas llevar por las emociones del protagonista, lo vives todo, como si estuvieses dentro de la historia. 
Te lo imaginas todo de una forma totalmente diferente a los demás. Se podría decir que nosotros mismos dirigimos la película que se está rodando en nuestro interior.
Y mientras lees, puedes presentar diferentes estados de ánimo, acorde con la situación del libro.
Si el protagonista sufre, tú sufres.
Si el protagonista ríe, tú ríes.
Si el protagonista llora, tú lloras con el libro.
Y cuando llegas a la última página, una parte de ti quiere saber que ocurrirá al final, pero otra parte no quiere acabar con la maravillosa aventura que has vivido. Pero, como dicen, todo lo bueno, se acaba.


                                                                                                           Lorena Cazorla

1 comentario:

  1. No olvides los libros que no olvidas nunca en tu vida y sobre todos aquellos que sientes como te transforman en mejor persona.

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