martes, 25 de diciembre de 2012

Dulce Navidad

Llega el esperado día. Ese, en el que las sonrisas y los abrazos son los grandes protagonistas.
     Aunque hayan pasado años desde el gran secreto que todos sabemos, sigo abriendo los regalos hallados bajo el árbol con la misma ilusión.
     Te haces una idea de lo que el papel esconde debajo, pero el misterio y la intriga te acompañan en todo momento. Y cuando consigues deshacerte del bonito embalaje que envolvía tu pequeño tesoro, la felicidad acude a ti, fiel.
     Todos alguna vez hemos tenido los regalos "no deseados". Pides una cosa y recalcas a cada momento qué es exactamente lo que quieres. Pero por alguna razón, ese año tu deseo no se cumple del todo. Cuando eres pequeño, te sientes mal, crees que nadie te ha hecho caso. No te conformas con que el regalo que tienes ahora sea más grande, tu quieres el que has pedido durante dos meses. Pero 5 abrazos después, ya se te pasa y ni te acuerdas. Vuelves a ser la personita más feliz del mundo.
     Cuando esto ocurre y eres más mayor, no te importa. Realmente, te sientes feliz porque al menos tienes un regalo. Lo valoras igualmente. Y lo mejor, es que después, por alguna casualidad, lo consigues.
     Pase lo que pase y tenga regalos o no, para mi la Navidad siempre va a ser una época de alegría compartida. En la que la felicidad es la gran protagonista.
Feliz Navidad.
                   
                                                                                                         Lorena Cazorla

viernes, 14 de diciembre de 2012

Últimos días de otoño

Sentada en el porche de mi casita de campo, mientras repaso con los dedos cada rizo, cierro los ojos y aprecio cada sonido que mis oídos logran captar.
El agua que corre por la acequia forma una bonita melodía con el canto de los pájaros que descansan en los árboles cercanos.
Los perros y los gatos campan a sus anchas por las grandes extensiones de tierra que rodean las casas vecinas.
Cojo mi cámara e inmortalizo el bonito atardecer que me ha regalado este día. Donde algunas personas solo ven nubes desordenadas con un color anaranjado de fondo, yo veo la mejor foto.
Cuando termino mi pequeña sesión fotografíca, entro a casa y el Árbol de Navidad ya forma parte del salón. La Navidad, tan cerca...
Últimos días de otoño con sabor a Navidad.

       
                                                                                                          Lorena Cazorla

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Pequeños detalles

El lotero que pasea por las calles anunciando siempre el mejor premio.
Los ancianos que se saludan tras 20 años desde su última conversación.
Los que siempre están sentados en su banco preferido, preguntándoles la hora a cada momento que pierden de sus vidas.
El humo de las castañas que inunda las calles y nos recuerda que el otoño sigue con nosotros.
La niña pequeña que pasea con su perrito y es la más feliz del mundo.
El niño al que acaban de comprar un juguete nuevo.
El perfume de esa señora que acaba de pasar, huele tan bien...
Los que caminan por la calle con su música favorita retumbando en sus oídos.
La chica que repasa una y otra vez nerviosa todo lo que ha estudiado, preparada para el examen.
Hacer una foto, justo en el momento en el que dos personas cruzan la calle, otras charlan y otras simplemente pasean.
Poder captar todos esos pequeños detalles mientras ando por la calle, es mi pequeña gran afición.

                             
                                                                                                            Lorena Cazorla

sábado, 3 de noviembre de 2012

Lluvia

Metida en la cama y con la manta hasta el cuello, oigo como las gotas de lluvia chocan contra la ventana.
Cierro los ojos, me pongo los cascos y dejo que mi mente viaje por mi; seré la turista de mi vida durante un momento.
Pienso en todos aquellos momentos que me han sacado una sonrisa, situaciones que te hacen sentir feliz, que te hacen sentir afortunada.
También, pienso en aquellos momentos que jamás podré volver a vivir. Que quizás, no aproveché lo suficiente la situación. Nadie se imagina que ese instante en el que te sentías la persona más afortunada del mundo junto a un conocido, amigo o familiar, no se iba a volver a repetir.
Es quizás, ese miedo que tenemos al cambio, miedo a que la rutina deje de existir.
Debemos estar preparados para los cambios que se avecinan; los cambios malos y los cambios buenos.
Parece ser, que la reflexión ha llegado a su fin. Te toca despertar y prepararte para los cambios.
Buen viaje.

                                       
                                                                                                             Lorena Cazorla

miércoles, 17 de octubre de 2012

¿Y si sonríes?

[...] Y piensas: "joder, no se puede tener un puto día peor que este".
Que esta semana es una puta mierda.  
Que no te hacen ni caso.
Que aquel profesor te ha cogido manía.
Que la persona de la que estás enamorada, lo está de otra persona. 

¿Y qué? ¿Quién dijo que en la vida todos los putos días son perfectos? 
¿Acaso piensas que siempre vas a ser el centro de atención? También merecen atención otras personas.
No le vas a caer bien a todos los profesores. En todos los putos rincones del mundo, hay gente buena y gente antipática.
¿Acaso piensas que ya nada tiene sentido porque una persona de 7 mil millones que hay en todo el mundo no te hace ni caso? Tienes 15 años y todavía no sabes lo que es vivir. No conoces a la mitad de personas que vas a conocer en lo que te queda de vida. Vas a conocer a personas que te pueden aportar las mismas cosas e incluso más.
Así que, para, coge aire, y sonríe lo máximo posible, porque puedes y porque te lo mereces.




                                                                                                                  Lorena Cazorla

martes, 25 de septiembre de 2012

Casualidad

Si nos paramos a pensarlo, todo lo que pasa es pura casualidad.
Si ese pobre gato no hubiese cruzado la carretera justo en el momento en el que aparecía el coche a 100 km/h por la curva, ahora estaría corriendo por el campo.
Si mi padre no hubiese ido a la misma discoteca en la que estaba mi madre, donde se conocieron, ¿dónde estaría yo ahora?
Y si mis padres hubiesen tomado la decisión de quedarse a vivir en Madrid, ¿habría conocido a otras amigas tan buenas como las que tengo ahora?
¿Y si nunca hubiera escuchado Rock y así dejar de conocer a muchísimas personas con las que comparto estos gustos?
En realidad, la vida en sí, es pura casualidad.

                 
                                                                                                              Lorena Cazorla

jueves, 6 de septiembre de 2012

Libros

[...] Y en ese momento, solo existís tú y la historia que se narra en las grandes hojas del libro. Nadie más. Te dejas llevar por las emociones del protagonista, lo vives todo, como si estuvieses dentro de la historia. 
Te lo imaginas todo de una forma totalmente diferente a los demás. Se podría decir que nosotros mismos dirigimos la película que se está rodando en nuestro interior.
Y mientras lees, puedes presentar diferentes estados de ánimo, acorde con la situación del libro.
Si el protagonista sufre, tú sufres.
Si el protagonista ríe, tú ríes.
Si el protagonista llora, tú lloras con el libro.
Y cuando llegas a la última página, una parte de ti quiere saber que ocurrirá al final, pero otra parte no quiere acabar con la maravillosa aventura que has vivido. Pero, como dicen, todo lo bueno, se acaba.


                                                                                                           Lorena Cazorla

martes, 28 de agosto de 2012

Forever young

¿Por qué hay tanta prisa por crecer?
¿Por alejarnos de la infancia?
¿Por atraparnos en una rutina de la que es difícil salir?
La necesidad de aparentar más edad de la que tenemos, no nos hace más maduros.
Madurar es para la frutas. Nosotros aprendemos.
Lo realmente importante en disfrutar de cada día como si fuese el último, que no te importe lo que digan los demás.
¿Las naranjas se llaman así porque son de color naranja o porque el naranja tiene color de naranja? "Luis Piedrahita"


                                                                                                             Lorena Cazorla

sábado, 18 de agosto de 2012

Hoy toca ser feliz

[...] De repente, me paro a pensar y me doy cuenta de algo, de lo que hasta ahora quizás no me había dado cuenta.
De que soy la persona más feliz del mundo.
Rodeada de las personas a las que más quiero.
Entre ellas mi familia.
Las personas que me hicieron el mejor regalo que se le puede hacer a alguien: la vida.
Mis amigos.
Los que cada día me regalan una sonrisa, unas anécdotas más y emociones nuevas.
Los pequeños placeres de la vida que hacen de ella algo mejor.
Estar tumbada, con un libro en las piernas. Viviendo la historia que cuentan las páginas.
La suave brisa que acaricia mi pelo y deja los rizos al viento.
Pequeños detalles, que hacen posible decir: "Hoy toca ser feliz".



                                                                                                                 Lorena Cazorla

domingo, 12 de agosto de 2012

Héroes

Detrás de la persona que siempre ves sonreír, se esconden miles de historias.
Unas historias alegres. 
Otras tristes. 
Otras en las que la fuerza de voluntad está presente en todo momento. La necesidad de seguir adelante que incita a esa persona a no rendirse. 
Todos los héroes no llevan capa. Gente que mientras veía como su vida se venía abajo no pensaba en otra cosa que luchar. Seguir adelante. Hacer todo lo que esté en sus manos para que no les falte de nada a sus seres queridos. La madurez prematura sumada a la fuerza de voluntad, da lugar a una vida llena de sacrificios.
Ahora, esas personas, cuentan como vivieron. Todo lo que tuvieron que hacer. Ocasiones en las que la suerte jugaba a su favor, pero más ocasiones en las que jugaba en su contra.
Y hoy, ver sus sonrisas de satisfacción en sus rostros, demuestra que, todo esfuerzo tiene su recompensa.


                                                                                                         Lorena Cazorla

miércoles, 8 de agosto de 2012

Recuerdos permanentes

[...] Me paro delante de aquel colegio y recuerdo con una gran sonrisa los grandes momentos que pasé allí. Donde conocí a los que hoy son mis amigos. Cada día era una aventura más en el tobogán y con las tartas de tierra. Cuando pasamos a primaria nos creíamos los reyes del patio. Podíamos con todo. Siempre en pandilla. Después del comedor, un buen partido de fútbol y un poco de escondite para completar bien la tarde. Y como no recordar todas las caídas que has presenciado y vivido. Esos amigos que siempre estaban dispuestos a todo, a echarte una mano en los momentos difíciles o compartir contigo los felices. Cada fin de curso, una gran fiesta. Todos aportaban su granito de arena y juntos, conseguíamos hacer que ese día se sumase a la lista de lo inolvidable.
Cuando pasamos a la secundaria, ya nos parecía un poco más grande aquello, pero no lo suficiente como para echarse atrás. Cada año vivido como si fuese el último. Con sus inolvidables viajes. En Madrid, dos días intensos cargados de emociones y diversión. Francia, mi mejor viaje, el que nunca olvidaré. Cada día se resumía en risas, diversión y aventuras. Compartiendo cama con amigas. Bailando hasta tarde. Las tareas que nos unían a todos más. Ese día inolvidable en Los Pirineos con las palas con mis mejores amigas y con Abel dando sus volteretas. Siempre los dos de bromas en la furgoneta, lo que hacía que las horas de viaje se convirtieran en minutos.
Y si en algún momento de mi vida lo paso mal, tendré a mano estos recuerdos permanentes que podrán con cualquier cosa y entonces diré muy alto: "Hoy, gano yo".

                                                                                                                 
 Lorena Cazorla

jueves, 2 de agosto de 2012

No es solo música

No siempre te pueden ayudar tus mejores amigos o tu familia cuando estás mal. A veces, hace falta algo que te devuelva la sonrisa que te han borrado. Apartarte por un rato de tus problemas, de tus preocupaciones y dejarte llevar por la música.
Canciones que son pequeños pedacitos de tu vida. Con las que has crecido.
Canciones tristes.
Canciones alegres.
Canciones nostálgicas.
Canciones compartidas.
Canciones vividas.
Levantarte una mañana escuchando tu grupo favorito, te alegra el día. Y hay que salir preparado de casa con una buena sonrisa, porque puede que se te cruce alguien dispuesto a quitártela.
Ten siempre la música a mano.

La musique
C'est mon coeur qui adore la musique!
Comment l'enfant qui aime jouer,
je fais des promenades
avec mon chien,
et ça c'est le bonheur.
C'est mon coeur qui adore la musique!
Dans le ciel,
le soleil brille
et les oiseaux chantent.
C'est mon coeur qui adore la musique!



                                                                                                         Lorena Cazorla

martes, 31 de julio de 2012

Pedacitos de mi

[...] Me bajo de la bici, mi padre coge el destornillador, y quita la única ruedecilla que queda. Con un poco de miedo me subo a la bici, y con un empujón de mi padre comienzo a pedalear de lado a lado, hasta que consigo mantenerme en equilibrio. Esa sensación no se puede olvidar, por mucho tiempo que pase. La alegría de todos al ver el esfuerzo conseguido junto a la satisfacción, es el mejor regalo. Paso toda la tarde perfeccionando mi equilibrio y consigo no ir derecha a las macetas de mi abuela, toda una alegría para ella. Hoy, pedaleando por Torre del Mar, acompañada de mi hermano y del placentero olor a "pescaíto frito", recuerdo con una gran sonrisa, los grandes momentos de mi infancia subida en la bici. Unos buenos, como cuando gané mi trofeo de la carrera de cintas en primer lugar. Otros malos, como cuando me pillé un dedo con la cadena de la bici. Pero al fin y al cabo son recuerdos, que siempre, pase lo que pase, me acompañarán allá donde vaya.


                                                                                                  Lorena Cazorla

Árboles heridos

[...] Parada frente a aquel árbol, veo como ha sufrido. Parejas que quieren inmortalizar su amor en cualquier sitio, y en este caso, pensaron en una navaja y en el tronco de este pequeño árbol. Parece que no solo una pareja tuvo la misma idea.
Qué importa si pones la fecha de la relación, no por eso va a durar más. Solo pensamos en el tiempo que llevamos y cuanto duraremos, que somos la pareja ideal y eso nos hace olvidar lo más importante; el presente. Entonces comienzan a plantarse dudas en tu camino de la felicidad con tu pareja.
Miraste que no crecieran malas hierbas en el trozo de camino andado y por andar, pero no miraste lo que estabas pisando.
Son ahora los árboles en los que reflejasteis vuestro amor, los que te impiden tu paso hacia el olvido.
                                                                                                 
 Lorena Cazorla

Miradas

[...] Y de repente, miras a tu alrededor y ves a las personas que más quieres, dedicándote una sonrisa.
Personas, a las que no cambiarías por nada, pero que serías capaz de hacer cualquier cosa por conservarlas.
Personas, que no se encuentran en cualquier lugar, a cualquier hora, cualquier día.
Personas, que debes conservar, como si de un gran tesoro se tratara.
Personas, que aún sabiendo lo bueno y lo malo de ti, siguen a tu lado.
Personas, que se merecen todo el amor de mundo.
Personas, que, vayas a donde vayas, siempre te seguirán.
Y, por esas personas, merece la pena vivir.


                                                           
                                                                                                Lorena Cazorla

Lágrimas caídas

[...] El abanico se mueve más rápidamente para evitar que caigan lágrimas involuntarias. Sacan pañuelos, aquellas personas que no las evitaron. El niño llora desconsoladamente la muerte de su padre, al que venció el cáncer. Solo, en aquel atril, dedicándole sus últimas palabras. Con las lágrimas cayéndole por las mejillas, termina su carta y, en un silencio ensordecedor, se dirige a su asiento. Cuando se sienta, su madre le acaricia la cabeza suavemente, su único consuelo.




                                                                                                          Lorena Cazorla